Hoy te invoqué leyendo aquel libro
polvoriento de la estantería, me invadió tu perfume y me ahogué en
un vaso de Coca-cola, noté las burbujas recorriendo mi cuerpo y
sentí tus dedos. Encontrarme contigo un domingo no entraba en mis
planes, pues hace tiempo que no los concibo sin quedarme sin aire. Te
oía llamarme por mi nombre a lo lejos, quizá sonriera al oír tus
palabras, pero ya no me acuerdo, y es que hace tiempo que tu
filosofía de vida de 'más tinta y menos piel' y tus libros de
química se fueron de mi vida. O eso pensaba, porque a veces me
sorprendo escuchando jazz y es que creo.. que todavía tengo tu
'adiós' enredado en el pelo. Recuerdo que te quejabas de mi vicio a
Instagram, decías que el mejor filtro eran siempre las lentes de mis
gafas de sol, odiabas las apariencias pero, íbamos a aquel bar sólo
para que nos vieran, bebíamos para tener algo de qué hablar, a la
mierda las chicas feas, decían tus complejos. Y ahí, en tus
contradicciones, me maté yo.
Creo que no estaba enamorada, sino
borracha, y tú demasiado ciego, poseído con vehemencia de alguna pasión, dice el diccionario.
Sonando Black Eyes- Radical Face.
Me hizo gracia verte escribir sobre Instagram xD Aparte de eso, de verdad que me encanta como escribes. Haces que imaginar todos esos recuerdos sea bonito, incluso cuando no los has vivido. Adictivos tus textos y el "en tus contradicciones, me maté yo"
ResponderEliminarBuena entrada, me encantó, el amor es estar en un estado de embriaguez contínuo, espero no llegar a la resaca jamás.
ResponderEliminarBesos :)
Bebieron hasta consumir su amor. Un texto precioso.
ResponderEliminarQué alegría, qué buen día, qué bueno leerte.
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