El corazón
no te late porque le diste una muerte digna en la curva de mi cintura, tío. El mío, en
cambio, revive cada vez que percibe que sonríes y no sabe que hacer si el tuyo está
ya muy muerto. Pero, escucha. Dicen que los muertos solo mueren cuando uno los
olvida. Y mírame, escribiéndote tanto y olvidando tan poco. Vuelve y deja tu corazón latir. ¿Qué hago yo ahora con las
sonrisas perdidas si nunca he sabido utilizar una puta brújula? Que no llego a
mi espalda para formar constelaciones con estos lunares que antes eran tan
tuyos, que para mi eras la pócima de la eterna juventud, y poco importaba que
la gente dijera que nunca tendrías ningún valor.
Volábamos alto, joder.
“Esta
casa es tuya”, y billetes de tren comprados, pero trenes perdidos, sonrisas
borradas del mapa, “¿Qué clase de destrucción es ésta?”, confianzas perdidas y... yo nunca vi tu ciudad.
Pero aun así, avísame si estás cerca.
|
"Bones in the ground, left in the dead of night" |
Avísame si estás cerca y si quieres, seguimos volando.
ResponderEliminarCuanto más alto se vuela más fuerte es la caída
ResponderEliminarUn beso muy fuerte!
Que razon tienes, los muertos sólo mueren cuando alguien les olvida. Me encantó tu texto!! Un saludo =)
ResponderEliminarGenial! Muy profundo. Cuando uno recuerda a alguien, este nunca muere.
ResponderEliminar