Ya terminaste de joderlo todo. Ya te quedaste a gusto. Pero gracias por abrirme los ojos y acabar con esto. Ahora os veo a ti a tu soledad caminando de la mano. No tendría ni que tener un poco de compasión contigo, pero por Dios, ojitos dulces, sal un rato a la calle, no te pases la tarde jugando a juegos online que no te llevan a ninguna parte. No pasa nada, cariño. Hay más peces en el mar. Y yo no soy precisamente ni el más grande ni el más bonito.
Lo siento. No se porqué lo siento. Siempre digo Lo siento. Creo que de tanto decirlo ha perdido su significado. Quizás sea que no lo siento tanto. Siéntelo tu más. Quizás lo único que sienta es ser para ti esa asquerosa que te ha dejado de lado. Pero no fue mi culpa, y lo sabes, vida.

Ahora tengo cientos de besos preparados en la comisura de mis labios.
Y no son para ti.
Verano, ven a mí.