miércoles, 19 de octubre de 2011

The wind-up bird chronicle.

Señor pájaro-que-da-cuerda, si te digo la verdad, o sea, toda, toda la verdad, a veces me entra un pánico terrible. Me despierto a medianoche, me siento sola, muy lejos, como a quinientos kilómetros, alejada de toda persona y de todo lugar, en las tinieblas, sin poder ver mi futuro mire hacia donde mire, y me coge tanto miedo que me entran ganas de gritar. ¿Señor pájaro-que-da-cuerda, a ti no te pasa algo parecido? En estos momentos procuro pensar que estoy unida a algo. Y enumero mentalmente, con todas mis fuerzas, los nombres de las cosas a las que estoy unida. Entre ellas, por supuesto, estás tú, señor pájaro-que-da-cuerda. Aquel callejón, aquel pozo y el árbol de caqui también lo están... Y, con la ayuda de diversas cosas pequeñas (claro que tú, señor pájaro-que-da-cuerda, no eres "una cosa pequeña", era sólo un decir), podré volver poco a poco a "este lado".

Crónica del pájaro que da cuerda al mundo (Haruki Murakami)

2 comentarios:

  1. Qué bonito *________* ¿Ese dibujo lo has hecho tú?

    ¡Un besito!

    ResponderEliminar
  2. Me encanta esta entrada, no sé si es por la especial dedicación a un pájaro que da cuerda, o al simple hecho de tratar a los objetos con tal sentimiento que pueda hacernos retornar al lado que nos pertoca.

    ResponderEliminar