sábado, 12 de octubre de 2013

Nací el día más frío del 94.

Cuando estás volando sin moverte del sitio, sabes que ese no es tu sitio. Y da igual si cuando me despierto la mañana es soleada porque siempre me parece fría y con tormenta, las nubes me trazan la palabra "decepción" y en las carreteras no hay STOP's, sino desesperación. Y bueno, que debería beberme este té y callarme ya, o calentarme las manos, al menos. O quizá, decidirme a huir con la valentía que nunca tuve.

Y no hay nada más horrible que verme a mi misma marchar, con pasos nada decididos, en dirección contraria a mi vida y dándome igual todo el vacío y toda esa mierda, y tampoco hay nada más doloroso que oírme a mi misma decirme con crueldad que nunca volveré y añadiendo irónicamente, que espero que Felicidad no haya olvidado el camino a casa.

Luego pienso en todo lo que me detiene aquí.



Y bueno, que debería beberme este té y callarme ya.

5 comentarios:

  1. Marie escribe usted muy bien...
    Oh...
    Y bueno,que debería beberme este té...

    Un saludo.

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  2. Sóplale a las nubes y que te digan otra cosa diferente. Y ve a donde tengas que ir, pero queriendo, que sin querer no se llega a ninguna parte.

    Y disfruta del té = )

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  3. Hola tienes un bonito blog.
    Pienso que todos debes de ir hacia donde queremos y que nadie debe de interponerse en el camino. Simplemente sonrie y ve hacia donde el viento te lleve.
    Conmigo ya tienes una fiel seguidora. Espero que puedas visitar pronto mi espacio :D
    http://eldiariodedanielamay.blogspot.mx/

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  4. Entrar u flotar al leerte, preciosa :)
    Deberíamos tomar un té, o un café, o algo.
    Quien sabe, de momento, ¿quieres azúcar?

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  5. -Deberías de volver.
    -Nunca estuve allí. Y nunca volveré.

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