domingo, 22 de febrero de 2015

La Tregua

Qué putada cuando me pides tregua
qué putada tú 
y tu tregua
qué putada dejar de ser protagonista de
versos
dejar de quedar bien en tus
besos
apagar la tele de un golpe
ahorrarte el dinero del cine
volver a olvidar
a qué huele el cuello de tus camisas
a qué huele tu cuello
¿a qué?,

saber que sólo querías
que un día te escribiera
que un día como hoy
dejase, por fin, 
de hacerlo

que nos vaya todo en contra
y a contracorriente encontrarnos
tropezar en la acera de tu calle
que ese perro vuelva otra vez a 
ladrarme
dejar otra vez de morderme
joderme

o volver a liarte los cigarros
que te rías porque lo hago como el culo
quitar aquella peli rara
que cunda el pánico
al sentirte estático

vivir en el Zenit
caer de una nave espacial
veintidós cervezas a pachas
en la nevera encontrar chocolatinas caras
la amnesia siendo real

y a tu cama
salen
entran
otras
muchas
y no yo
creen amarte y no
y yo no
porque ya nada te pone,
ni de gallina te pone 
la piel

tu sexo
sin ganas
tu coca cola 
sin hielo
tu café
sin cafeína

que las velas hoy se apaguen
que lo nuestro se consuma
que se vaya al puto infierno
y volver a esclavizarnos
escribir mierda

que lo que escriba da igual
que nunca estará a tu altura,
my Lord,
mi venenosa serpiente,
leerlo y que te enganches
la dulce Nada
que putada cuando me pides tregua.

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