domingo, 5 de mayo de 2013

Ojos inundados.

Noches desastre de ojos inundados
por ti,
que golpeas bien esto que quiere latir.
-O morir
si es por ti-
Mira,
sobrevive a medias.
Taquicardias
de ti.
Sonrisas leves
de ti.

Ya no sé a que huele el cuello de tus camisas.
Ni a qué sabe.
Pero y qué.
Perdona los efectos del ron,
pidiéndote a gritos minúsculas.
Ven aquí,
llévate este desastre.
Llévatelo
o llévanos.
Lejos,
a la azotea.
Y acarícianos.

2 comentarios:

  1. "ya no sé a qué huele el cuello de tu camisa. ni a qué sabe. pero y qué" me ha encantado esa parte, en serio.

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  2. Opino igual que la chica de los chicles, muy bonito Marie.
    Un beso♥

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