miércoles, 19 de junio de 2013

Los cristales.

Supongo que te fuiste porque no te iba lo de follarte al Caos, que a ti te gustaba más hacerlo con sonrisas falsas. Y muy putas. Y al Caos sólo se lo follaban intentos de poetas locos que se aventuraban a hacerse con un hueco de este corazón muerto y lleno de los cristales de las botellas de Jäger que bebíamos hasta las tantas en el sofá de tu casa. Pero tú decidiste escapar de las letras, que al fin y al cabo, nunca habían sido lo tuyo y fuiste a correr-te con las Lobas a las que ponías mi cara sólo en las noches de luna llena. Y qué bien te sentaba volver a tirarte a esta hija de puta, eh. La misma que te decía lo bien que te quedaba la barba y lo guapo que estabas aquella noche mientras, sin que el mundo se diera cuenta, te desabrochaba los botones de tu camisa -que también fue muy mía-.

A tu chica que nadie la joda, pero tú el primero, cabrón, que todo lo que encendimos lo apagaste con la vela de tu último cumpleaños, y ya ves, me perdí entre tanto tren y entre tanto no-saber. Y los planes de huir lejos en tu coche, fueron ellos los que huyeron primero, quizá del miedo, o quizá porque no entendieron que yo fuera tu chica, la mas jodida, la que no sólo se acuerda de ti los días de lluvia, pero a la que los relámpagos le suenan a tu risa, y no veas qué clima de mierda tengo en mi cabeza... que hasta el contrato de no querernos se ha mojado.

2 comentarios:

  1. Me enacantó la entrada, sin palabras, ojalá eso lo leyera él, le dejabas a flor de piel, me alegro de haber encontrado tu blog, besazos :)

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  2. Brutal. Me encanta tu manera de escribir, muy potente, con fuerza, metafórico y con dolor.

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