Marie se va al mar y quizás esto huela un poco a cerrado. Puede que abra bien las ventanas
de vez en cuando para que entre la brisa marina y los rayos del sol y que se
impregne de un poquito de felicidad (que falta le hace). Me voy a que el sol
coloree mi piel y mi vida, igual que yo me he encargado de mis labios durante
todo el año, y me voy quizás, a ver nuevos colores de ojos y no echar de menos
los suyos y a salir de la ciudad que (nos) consume. Pero no te equivoques, este
espacio sigue siendo tan tuyo como mío, te recuerdo que pusiste la estufa en
invierno y el aire acondicionado en verano para estar la mar de a gusto. Me voy
porque a veces se necesita un jarro de agua fría que te haga despertar del sueño,
que las carcajadas sean un poquito más reales, y pasar del plan A al B sin
luego arrepentirse, y bueno, me voy porque quiero, porque a veces no basta con
decir “estoy bien”, sino que tienes que comprobarlo.
Junio, 2013
Me voy,
pero que no me voy, porque desgraciadamente mi corazón no hace parones
emocionales aunque esté más muerto que vivo. Mientras tanto, podéis seguirme
y conocerme aquí @marierocche.
Buen viaje, ¡pero no naufragues!
ResponderEliminar