viernes, 27 de enero de 2012

Como dijo Voltaire, los prejuicios son la razón de los tontos.

Tanto tiempo en tan pocos meses. Noches pensando-te, soñando-te, comiendo-te. Mirando el reloj y deseando que las agujas llegasen al tan esperado lugar. Verte en cualquier sitio. Odiarte cuando me dices lo bonita que es mi nariz. ¿Y ahora qué? Ahora nada. Ahora no te entiendo. Primero pasas de mi cara, pero luego, "¿Eh qué tal? Te echo de menos, ¿podríamos vernos?". Quizás podamos vernos cuando dejes atrás tus prejuicios. Cuanto tu cabecita entienda que soy una persona importante para ti. Cuando tengas el suficiente valor como para pasarte por el forro lo que hable la gente. Cuando dejes de pensar en el "qué dirán". 
Te echo de menos, es cierto, pero no creas que voy a ser yo la que llame esta vez.

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